domingo, 25 de septiembre de 2011

SOBRE ALETHEIA


Aletheia nace como grupo abierto destinado a articular a personas y colectivos comprometidos con una transformación profunda de valores y praxis sociales, con el objetivo de situar como referente de los mismos a patrones de auténtica realización humana. Adjuntamos una muy sucinta caracterización del mismo:

¿Qué somos?
Somos un proyecto global. Con esto queremos decir que tenemos la pretensión de un pensamiento y una acción transformadores en todos los ámbitos de la realidad, al tiempo que potenciadores de lo mejor que ella, asimismo, haya podido legarnos. Y entendemos por lo mejor aquello que contribuya a hacernos más humanos, en el sentido de respetar más la unidad y la singularidad de nosotros mismos y de los otros seres que pueblan con nosotros el mundo.
Como seres humanos, afirmamos que nuestra realidad esencial es la conciencia, cuyas dimensiones universales son el amor realizador (que quiere la libertad del otro), el pensamiento creador y el yo como afirmación de la diferencia.

¿Dónde nos encontramos?
Nos encontramos en una encrucijada fundamental en la historia humana, puesto que la mayor parte de las instituciones tradicionales que conformaban el universo social se encuentran hoy en una aguda crisis de legitimidad, y con ellas muchas de las certezas que durante mucho tiempo han dado consistencia a la existencia humana. Se ha generado así una situación de caos que provoca inevitablemente mucho sufrimiento, pero también una enorme esperanza, puesto que sólo del caos puede nacer un nuevo orden, más elevado -en el sentido de respetar y potenciar más la singularidad de sus partes- que el anterior.

¿Qué pretendemos?
Pretendemos que los seres humanos logremos reconocernos por fin como nosotros mismos, lo cual significa nuestra plena realización como seres singulares y solidarios, teniendo presente, de esta forma, que nuestra singularidad o condición de seres únicos es irrealizable completamente sin la dimensión solidaria, y viceversa. Lo anterior, además de constituir una meta universal, pensamos que constituye también un fin que siempre ha estado implícitamente presente entre los seres humanos, presentándose de forma más transparente en unos y más oscura en otros. De tales principios se deduce, a su vez, que toda nueva construcción social ha de realizarse bajo la premisa universal de que todo ser humano es un fin en sí mismo, y que por tanto no debe ser utilizado nunca como un medio.
Pretendemos, asimismo, que, como seres esencialmente conscientes que somos, podamos alcanzar la plenitud de nuestra conciencia. En coherencia con lo anterior, aspiramos a que el ser humano sea el patrón esencial de todas las realizaciones, lo cual significa que siempre pueda reconocerse en las mismas en la plenitud de sus dimensiones conscientes. Y pretendemos, pues, por último, crear una conciencia de cambio en relación a estos fines, así como una acción social, política, económica, cultural, etcétera, que la acompañe, y que se irá perfilando con el desarrollo del propio proyecto.

Aletheia participa, junto a otros colectivos y personas, en este proyecto que pretende la potenciación de la transparencia por varias razones:
-Porque, con él, trata de ponerse en cuestión las nociones tan comúnmente empleadas actualmente respecto a la transparencia. Transparencia no es hacer pública la declaración de la renta de los políticos, ni que estos sean elegidos según un sistema más o menos representativo. Transparencia es vivir como el otro, con sus mismas preocupaciones, trabajos, angustias y alegrías. Nadie puede representarnos realmente si no vive en su piel como vive el otro.
-Porque la transparencia es lo que afirma la presencia de los otros para que se puedan realizar. Es lo que saca a la masa del anonimato y devuelve al ser humano su dignidad. En ella no hay competencia.
-Porque la transparencia es lo que nos permite ver, y por tanto relacionar las cosas. Así pues, es lo que acaba con las mediaciones opacas que nos impiden que nos afirmemos como los que somos, que no nos remitamos a fines externos a nosotros mismos, como ocurre con el dinero, el gran mediador universal. Rescata, pues, la dignidad del hombre, que consiste en tomar lo justo para, sobre todo, poder dar.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

LA POLITICA DE LA INTERDEPENDENCIA: PETER COYOTE


 





(En AA.VV., Política con conciencia. La alternativa buddhista para hacer del mundo un lugar mejor, Kairós, 2010).1

«Habitualmente, la palabra política significa la "competencia entre distintos grupos o personas con intereses rivales en busca de poder y liderazgo". Ésta es, de hecho, la cuarta entre las ocho definiciones de la palabra recogidas en la tercera edición del diccionario internacional Webster. La primera definición, que me parece más útil, define la política como el "arte de regular y ordenar las relaciones entre individuos y grupos en una comunidad política". Las palabras regular y ordenar enfatizan la idea de relación e interdependencia, mientras que competencia implica dominación y jerarquía.

Las relaciones y la interdependencia "surgen en dependencia mutua", el núcleo de la comprensión del Buddha. Esta comprensión central implica ciertos procedimientos y objetivos en cuanto al ejercicio de la política que podrían modificar de forma beneficiosa nuestra forma actual de entenderla y, por lo menos, nos ofrece la oportunidad de considerar el ejercicio de la política desde la perspectiva del Buddha.

El primer principio podría expresarse de este modo: las acciones y las soluciones políticas deberían ofrecer a todos los seres la mayor oportunidad de realizar sus destinos evolutivos (en este contexto, por "seres" debería incluir a los insectos, las plantas, los animales y la tierra misma). En la práctica, ello comporta tener en cuenta las necesidades de todos los seres al evaluar los objetivos y las estrategias de la política. Decir: «No puede haber más fábricas en tal y tal lugar», es una negación categórica que genera conflicto, puesto que habrá gente que necesitará el trabajo y otros que necesitarán los productos. Un tipo de afirmaciones alternativas e inclusivas sería el siguiente: «Necesitamos fábricas y centrales eléctricas, pero tendrán que construirse de un modo que no sea dañino. Además, deberán ubicarse allí donde los intereses de las plantas, los animales y los seres humanos no se vean afectados de forma negativa, y sus productos deberán venderse a un coste que no oprima a aquellos que los necesitan para su supervivencia». Esto comporta un mayor grado de complejidad y resolución de conflictos, lo que, a su vez, comporta una mayor participación.

El segundo principio podría ser el siguiente: si no hay individualidad, no hay diferencia. Nuestro "oponente", por muy desagradable que sea, está destacando un aspecto de la mente que puede resultarnos difícil de aceptar, pero un aspecto que debe comprenderse y afrontarse si queremos avanzar. Sólo podemos acercarnos a la situación desde la intimidad. La resistencia aumenta la fuerza (como sucede en el gimnasio) y sólo endurece la posición de nuestro adversario. Por el contrario, la consideración detenida del primer principio sacará a la luz y pondrá de manifiesto los "intereses" y los deseos contrarios del defensor. Estos intereses deben reseguirse hasta sus raíces en nuestra propia psique hasta que podamos encararlos sin el enfado y el juicio de valor que infravalora a nuestro oponente. Si actuamos de este modo, como mínimo obtendremos el respeto de aquéllos con los que nos enfrentamos y este respeto incrementa la intimidad y el sentido de relación, el objetivo profundo de todo ejercicio político. 

El tercer principio podría ser éste: los procedimientos y las soluciones que comprometen la dignidad (el "valor intrínseco") de nuestro oponente comportan dominación y jerarquía, no relación. En consecuencia, deberían ser excluidos del discurso político.

Resulta difícil imaginar que pueda producirse mucho daño con una práctica concienzuda de estos principios. Nada funcionará en todas las situaciones y un corolario de cualquier ejercicio político debe ser: "Nadie gana siempre". Puesto que los efectos están fuera de nuestro control, lo que sí podemos controlar son nuestras intenciones y nuestra propia conducta. Si cumplimos con estos tres principios, configuraremos el mundo que deseamos construir a través de la política y esto jamás puede considerarse como una derrota.»

(pp. 137-139)

1 Peter Coyote es escritor, actor, buddhista comprometido y autor de Sleeping Where I Fall.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

NUEVOS VALORES PARA UN NUEVO TIEMPO: CHARLA COLOQUIO


El próximo día 20 de septiembre celebraremos en Córdoba la charla-coloquio "Nuevos valores para un nuevo tiempo", introducida y moderada por Francisco Almansa. Se tratará en ella de reflexionar sobre valores alternativos al individualismo y al gregarismo rampantes del capitalismo, que coexisten, paradójicamente, en perfecta armonía en la fase terminal de este sistema, y de buscar una plasmación práctica de tales valores.

Os esperamos.

lunes, 12 de septiembre de 2011

RESUMEN DEL AFIRMACIONISMO O TEORÍA DE LO UNO (III): EL TODO ES PERFECTO


 La revista digital Avalon ha publicado en su número de septiembre de 2011 la tercera parte y última del artículo "Resumen del Afirmacionismo o Teoría de lo Uno", de Francisco Almansa González, que se ecuentra también completo a través del siguiente enlace de nuestro blog: http://aletheia-informa.blogspot.com/2010/09/resumen-del-afirmacionismo-o-teoria-de.html. Con ello se puede consultar por fin en toda su extensión este texto que trata de extractar, con un gran esfuerzo de síntesis, esta exposición general del sistema afirmacionista, que obtiene su nombre del principio según el cual toda negación es en última instancia inherente a una afirmación. Se sitúa, pues, de esta forma, totalmente frente al absurdo existencialista y postmoderno, según los cuales "lo relativo es lo absoluto", lo cual constituye una contradicción en sus propios términos. Y, como cualquier contradicción que se afirma como absoluta, constituye una parte que se afirma abusivamente sobre el todo, contribuyendo a la visión deformada de este último.

El pensamiento afirmacionista es un pensamiento muy joven (aún no ha afrontado su primera publicación de conjunto, si bien esperamos que ésta acontezca pronto) que pretende aportar claves para el cambio de paradigma que aún está por forjarse completamente.

El enlace para la lectura de la tercera parte del artículo, que redirecciona directamente a la revista Avalon, es http://revista-avalon.es/I-03.htm

viernes, 9 de septiembre de 2011

CUENTOS DE ARTE: WILLIAM BLAKE


El poeta y pintor inglés William Blake es la fuente de inspiración para un nuevo Cuento de Arte mediante el cual nuestra colaboradora Encarnación Almansa pretende que niños y jóvenes se acerquen a los intemporales dibujos de este místico inglés del siglo XIX.
Podéis visualizar o descargar este cuento, acompañado por la música de Franz Liszt, en el siguiente enlace:
¡Que lo disfrutéis!

lunes, 5 de septiembre de 2011

LA OPORTUNIDAD DE UNA REFLEXIÓN

William Blake, Glad Day o la Danza de Albión
La confusión actual en torno a lo que es el Espíritu es quizás mayor que nunca. Se imponen el sincretismo y la desvirtualización de prácticas y enseñanzas largo tiempo inspiradoras, orientándolas en demasiados casos a finalidades muy particulares. En otras muchas ocasiones, venimos asistiendo a un reduccionismo de lo “espiritual” a la mera práctica o técnica que trata de aplicarse (sea ésta cual fuera), o concibiéndolo como un dominio que debe preservarse de las contaminaciones del mundo secular, creando, pues, entre ambos supuestos ámbitos -el secular y el espiritual- una profunda disociación. Una dicotomización que, precisamente, se halla obviamente en contradicción con el lema, tantas veces pronunciado en determinados círculos, de que “todo es uno”.
Estas concepciones tan unilaterales del espíritu (por ejemplo, nos hemos llegado a encontrar con la aseveración de que el hecho de que se instalaran tiendas para la meditación durante las acampadas del 15M convertían por ese hecho al movimiento en “espiritual”) nos parecen sumamente empobrecedoras. Es por ello que hemos querido rescatar aquí la cita de Leonardo Boff en su libro Iglesia: Carisma y poder (Sal Terrae), y que es la que reivindicamos aquí:

«La realidad del Espíritu, por el contrario, se inscribe en el ámbito de la creatividad, de lo no convencional, de la irrupción de lo nuevo, al nivel individual.» (p. 250)

Y, efectivamente, el Espíritu no puede ser otra cosa que lo que enriquece lo que ya verdaderamente somos a nuestro nivel más esencial -amor realizador (que quiere la libertad del otro), pensamiento creador y 'yo' como afirmación de la diferencia. Y es ello lo que hace al silencio, en última instancia, subordinado a la palabra. En este sentido, deben, pues, considerarse espirituales todas aquellas personas que -independientemente de su carácter o no creyente, incluso en la espiritualidad misma-, han promovido y promueven esas facetas esenciales, contribuyendo así a nuestro reconocimiento. Y, al contrario, puede entenderse como opuesto a lo espiritual a todo aquello que nos empobrece, negando, pues, la unidad que afirma nuestra propia singularidad, que es lo que, nos atrevemos a decir, constituye el Espíritu.

lunes, 29 de agosto de 2011

STEFAN ZWEIG: EL MISTERIO DE LA CREACIÓN ARTÍSTICA.



 «Estoy convencido de que ningún deleite artístico puede ser perfecto mientras sea sólo pasivo. Nunca comprenderemos una obra con solo mirarla. Donde no preguntamos, nada aprendemos, y donde no buscamos, no encontraremos nada. Ninguna obra de arte se manifiesta a primera vista en toda su grandeza y profundidad. No sólo quieren ser admiradas, sino también comprendidas. Cada obra de arte quiere ser conquistada, como una mujer, antes de ser amada. Más aún, llego hasta a decir que no tenemos ningún derecho moral a contemplar cómoda y tranquilamente la acción sacrosanta y más apasionada de otro hombre. Donde el artista estaba más agitado y ha dado lo mejor de sí, para hacernos accesible su visión, ahí nosotros también debemos brindar lo mejor para comprenderle. Cuanto más nos esforzamos por penetrar en su misterio personal, tanto más nos acercamos al arcano de su arte. Y, créanme ustedes, cuando seguimos, aunque sea a un solo artista, humildemente, a través de todas las etapas de sus obras, este esfuerzo nos enseña más, con respecto al carácter del arte, que cien libros y mil conferencias. Pero, sobre todo, no teman ustedes que al procurar introducirnos en el misterio más íntimo de la creación artística se pierda por ello nuestro respeto por ese misterio. La belleza de las estrellas no ha sufrido mengua porque nuestros sabios hallan procurado calcular las leyes de acuerdo con las cuales aquéllas se mueven, ni la majestad del firmamento ha perdido nada de su grandeza porque procuraran medir la velocidad de los rayos con que su argentino brillo llega hasta nuestros ojos. Al contrario, esas investigaciones nos han hecho aparecer más maravillosos todavía los milagros del cielo, el sol, la luna y las estrellas. Lo mismo reza para el firmamento espiritual. Cuanto más nos esforzamos por profundizar en los misterios del arte y del espíritu, tanto más los admiramos por su inconmensurabilidad. No tengo yo noticias de deleite y satisfacción más grandes que reconocer que también le es dado al hombre crear valores imperecederos, y que eternamente quedamos unidos al Eterno mediante nuestro esfuerzo supremo en la tierra: mediante el arte. (44)

Aun la paciencia puede ser genial, aun la minuciosidad y el método pueden expresar lo extraordinario. Por eso repito: el método no es nada, la perfección lo es todo […]. Todo camino que conduce a la perfección es acertado, y cada artista no debe ir más que por uno de esos caminos, el suyo propio. Debe ser creador y maestro de su propio arcano. (41)

Para él [Toscanini] no cuenta en el arte sino lo perfecto: he aquí su grandeza moral, su carga humana. Para su tenacidad de artista no existe -o sólo existe en el sentido de la adversidad- todo lo demás: lo bastante loable, lo casi perfecto, lo aproximativo. Toscanini odia la conciliación en todas sus formas. Desprecia tanto en el arte como en la vida la gentil conformidad, el compromiso, el mísero darse por satisfecho.

Es inútil hacerle ver, recordarle, avisarle que lo absoluto no es, en verdad, accesible dentro de nuestra esfera terrestre y que aun la voluntad más grandiosa no alcanza sino la extrema aproximación a la perfección, la que es atributo únicamente de Dios y no del hombre […]. Pero toda voluntad que se obstina continuamente en alcanzar lo inalcanzable y en hacer posible lo imposible, logra en el arte y en la vida un irresistible poder. (65)

Y todo el que venera el arte en sus formas más elevadas como manifestación de lo moral, percibe cual inolvidable lección el asistir a esa manera de transformar, por asimilación, una multitud en unidad, y de elevar lo informe, con fuerza tensísima, a la perfección. Pues únicamente a esas horas compréndese la actividad de Toscanini, no sólo como obra artística sino también como acción ética. (69)

Nunca se alcanza la suprema grada del arte si lo más difícil no impresiona como lo más natural y lo perfecto como normal. […] Como quizá ningún hombre lo sabe este gran impaciente, siempre disconforme: el arte es una lucha eterna, nunca es un fin, sino siempre un comienzo. [...] (75)

Tal severidad moral del concepto y del carácter es un acontecimiento dentro de nuestro arte y de nuestra existencia. […] Nada hay más peligroso para la dignidad y el ethos del arte que lo untado y cómodo de nuestra actividad artística ordinaria, que la ligereza con que, por obra del fonógrafo y de la radio, se pone lo más sublime al alcance aun del más despreocupado, a cada hora: pues esa comodidad hace olvidar a los más el esfuerzo de la creación y los induce a asimilar el arte sin tensión y sin respeto, como la cerveza y el pan. Es, por lo mismo, una bendición y un goce espiritual ver en este tiempo a un hombre que por la potencia de su personalidad, recuerda que el arte es una labor sacra, una misión apostólica por lo inalcanzablemente divino de nuestro mundo, y no un regalo del azar sino una merced justa, no un placer tibio, sino también una penosa creación. […] Sólo el hombre extraordinario reconduce siempre a los demás hacia el orden la subordinación, y nada nos inspira más respeto por ese gran abogado de la fidelidad para con la obra, que el hecho de que haya logrado enseñar a una época confusa e incrédula el respeto por los valores más sagrados.» (76, 77)

(Ed. Sequitur, 2010).

jueves, 4 de agosto de 2011

NUEVOS PROYECTOS DE ACTUACIÓN ANTE LA SITUACIÓN ACTUAL


Ante la presente situación de general agravamiento sin precedentes de las desigualdades y las injusticias a nivel global, y de desconcierto y acelerada pérdida de derechos de la ciudadanía, no se trata ya de exigir a «nuestros políticos» que moderen la codicia de unos pocos, ni de continuar legitimándolos pidiéndoles soluciones que no pueden ofrecer, puesto que sus presupuestos de actuación política y económica continúan siendo los mismos que han dado lugar a esta debacle generalizada, humana, económica, política y ecológica.
Se trata de que seamos los ciudadanos mismos quienes tomemos las riendas de la actual situación, organizándonos y definiendo entre todos un nuevo fin que vincule al mayor número de personas posible. Porque sin fines comunes no hay verdadero cambio. Y ese fin no es otro que la restauración de una Utopía que se nos ha escamoteado, entendiendo por utopía la representación ideal, pero realizable, que busca una forma de organización social en la que el ser humano encuentre la armonía consigo mismo y con la naturaleza.
Aspiramos a que no sea necesaria la caridad, que procura, en uno u otro ámbito, restaurar o mitigar daños producto de un engranaje global esencialmente injusto. Atrevámonos a actuar lo más globalmente posible. En una palabra: hay que ir, de una vez y definitivamente, a por todas.
Una nueva sociedad debe basarse en un nuevo tipo de relaciones humanas en las que se potencie y afirme lo mejor de cada uno de nosotros, sin excepción. Nunca ya más en el gregarismo de muchos y en el elitismo de unos pocos. Por el contrario, resulta imprescindible que la afirmación de la libertad de cada uno sea condición de la afirmación de la libertad de todos los demás. Se trata, pues, de plantear un nuevo sentido de la libertad: la libertad solidaria, verdadera expresión de la singularidad humana.
Así, pues, hay que trabajar por acabar con todo aquello que limite o agoste nuestras legítimas posibilidades, expresión misma de nuestra libertad. Es decir, con todo aquello que no considere al ser humano un fin en sí mismo, tomándolo, por el contrario, como un medio. Y sáquense todas las conclusiones posibles de esto.
Se hace urgente definir nuevos valores y redefinir los antiguos. Porque no queremos más de lo mismo, sino otra cosa, a la vez que mejorar lo que sea mejorable. Queremos ser disidentes reales, no ficticios, empleados para renovar, con su supuesta apertura, la propia legitimidad del sistema.
Aspiramos seria y decididamente a poner en marcha y ampliar este movimiento que nace con una vocación clara y decidida. Queriendo dar contenido a lo que hemos definido como utopía, estamos en proceso de constitución de una red de personas y grupos dispuestos al compromiso en torno a estos fines. Si quieres más información puedes ponerte en contacto con nosotros en el correo electrónico asociacionaletheia@yahoo.es, a través de nuestro blog o en nuestra cuenta de Facebook.

domingo, 31 de julio de 2011

EL OSCURECIMIENTO DE LA LUZ. Sobre la conservación de la sabiduría y la virtud en tiempos oscuros.


William Turner, Sombras y oscuridad, la tarde del diluvio (1843)


I CHING. EL LIBRO DE LAS MUTACIONES. Barcelona, RBA, 2006.

«Es preciso que ni aun en medio de circunstancias adversas se deje uno arrastrar indefenso hacia un doblegamiento interior de su voluntad y conducta. Esto es posible cuando se posee claridad interior y se observa hacia afuera una actitud transigente y dócil. Mediante tal actitud es posible superar aun el peor estado de necesidad. Ciertamente, en determinadas circunstancias dadas, se hace necesario que uno oculte su luz con el fin de poder preservar su voluntad frente a las dificultades que surgen en el contorno inmediato, y a pesar de ellas. La perseverancia ha de subsistir en lo más íntimo de la conciencia sin llegar a destacarse hacia afuera. Únicamente así podrá uno conservar su voluntad en medio de las contrariedades.
[…]
En tiempo de tinieblas es cuestión de ser cauteloso y reservado. No debe uno atraer inútilmente sobre sí poderosas enemistades por causa de una conducta o de modales desconsiderados. Si bien en tales épocas no debe uno compartir las costumbres de la gente, tampoco deben éstas sacarse críticamente a la luz. Son momentos en que es necesario no pretender, en el trato con la gente, que uno lo sabe todo. Muchas cosas hay que deben dejarse como están sin acceder, no obstante, al embaucamiento y caer así en el engaño.
[…]
Con formidable resolución pretende uno elevarse por encima de todos los obstáculos. Pero tropieza con el destino hostil. Entonces se retira, se aparta, se hace a un lado. Son tiempos difíciles. Es preciso seguir avanzando presurosamente y sin descanso, sin que uno encuentre una morada duradera. Cuando alguien se niega interiormente a asumir compromisos y prefiere seguir siendo leal a sus principios, debe afrontar la necesidad, la indigencia. Sin embargo, mantendrá con toda firmeza la meta a la cual se empeña en llegar, aun cuando la gente en cuya casa se aloja no lo comprenda o lo difame.
[…]
el regente de la luz ocupa una posición subordinada. Es herido por el regente de las tinieblas. Pero la lesión no pone en peligro su vida, tan sólo constituye un impedimento. La salvación es todavía posible. El afectado no piensa en sí mismo, sino únicamente en la salvación de los demás que también se ven amenazados. Por eso, con todas sus fuerzas, se empeña en salvar lo que pueda salvarse. En esta forma de obrar consecuente con el deber reside la ventura.
[…]
Mientras el hombre leal y fuerte interviene con empeñosa actividad con el objeto de restablecer el orden, sin ninguna clase de segundas intenciones, se topa como por pura casualidad con el cabecilla del desorden y lo captura. De este modo se logra la victoria. Pero la supresión de los abusos no ha de procurarse con excesiva precipitación. Tal actitud traería malas consecuencias, ya que los abusos se habían desorbitado durante demasiado tiempo.
[…]
El príncipe Chi vivía en la corte del tenebroso tirano Chou Hsin, el cual, sin ser nombrado, sirve como ejemplo histórico de base para toda la situación. El príncipe Chi era pariente del tirano, motivo por el cual no le era posible retirarse de la corte, de modo que ocultó su disposición bondadosa y simuló locura. Así se mantuvo como esclavo, sin que las adversidades exteriores lograran desviarlo de sus convicciones.
Surge de ello una enseñanza para quienes en época de tinieblas no pueden abandonar su sitio. Junto a una invencible perseverancia en lo interior deben duplicar su cautela hacia afuera, para sustraerse al peligro.
[…]
Se ha alcanzado aquí el colmo de las tinieblas. La potencia tenebrosa tuvo al comienzo tan alta posición que pudo herir a todos los seres buenos y esclarecidos. Pero al fin ella perece, a consecuencia de sus propias tinieblas, pues el mal ha de hundirse en el mismo instante en que vence plenamente el bien, consumiéndose así la fuerza a la cual hasta ese momento debió su existencia
(pp. 204-208)

lunes, 25 de julio de 2011

DECÁLOGO DE LA AUTENTICIDAD.


1. Nunca te sentirás víctima.
2. De lo que te suceda no culparás a los demás, sino que buscarás una solución.
3. Allí donde te encuentres promoverás la sinceridad, no la impondrás.
4. Allí donde te encuentres promoverás la confianza en ti.
 
Gandhi.
5. Allí donde te encuentres harás pruebas de que puedes olvidarte de ti.
6. Lo que más te ha de preocupar con respecto a los otros es que alcancen su singularidad.
7. La singularidad nunca se impone, se promueve.
 
Caravaggio, Mateo (1599-1600).

8. Solamente la singularidad se puede promover si se busca y se lucha por la propia singularidad de forma solidaria.
9. Sea cual sea la actitud moral de los otros, siempre nos pueden ayudar.
10. Nunca olvidaré que SOY TÚ.
 
Tarkovsky, La infancia de Iván.

Francisco Almansa González, Presidente de la Asociación Aletheia y filósofo.




Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...