Acaba de salir a las librerías el
libro El cine como
recurso didáctico en la enseñanza virtualizada. Estudio y análisis de algunas obras
fílmicas, editado por la Editorial Universidad de Almería.
La obra, fruto de un proyecto de
innovación docente, posee un carácter colectivo y multidisciplinar, en la
convicción de que el cine puede constituir un eficaz recurso pedagógico en
numerosas disciplinas jurídicas, históricas y pedagógicas, como las que en ella
se incluyen. Por otra parte, se encuentra especialmente orientada, tal y como
revela su título, al ejercicio de la docencia de carácter semipresencial, o
incluso virtual, en la que resulta, si cabe, más esencial el trabajo autónomo
de los alumnos, pero en la cual es muy conveniente una aportación por parte del
docente que les sirva de guía para afrontar satisfactoriamente dicho estudio.
Esto es, justamente, lo que se pretende con este trabajo colectivo: ofrecer al
estudiante un acercamiento a aspectos significativos de distintas asignaturas,
que pueden contemplarse de forma muy atractiva a través de distintas obras
fílmicas, tanto clásicas como más actuales, acompañando el docente al alumno en
ese recorrido. Es por ello que el libro puede constituir una guía útil para el
enseñante que pretenda introducir el cine como recurso en la impartición de su
asignatura. Junto a todo ello, en la obra se propone asimismo un esquema para
ayudar al alumno a afrontar autónomamente, con solvencia y rigor, el comentario
de una obra fílmica.
Describimos algunos de sus
capítulos:
Fotograma de ¡Qué verde era mi valle! (John Ford, 1941) |
En el ámbito propio de la Historia
Contemporánea (tanto a nivel universitario como de secundaria), Rosa María Almansa introduce el
análisis de dos películas. Una de ellas es la clásica de John Ford, ¡Qué
verde era mi valle! (1941), una obra maestra llena de humanidad y
sensibilidad que constituye un marco inigualable para introducir al alumno a
las fracturas -materiales, sociales, ambientales, psicológicas, espirituales-
que introdujo la industrialización en el siglo XIX. Se erige, así, como una
recreación muy gráfica de lo que pudiéramos llamar la transición entre la
sociedad tradicional y la nueva sociedad industrial. Pero no solo recoge
aspectos fundamentales del proceso de transición histórica apuntado, sino que
lo hace mostrándonoslos desde una perspectiva hondamente humana. Se trata,
pues, de una oportunidad magnífica de personalizar -de humanizar- los
contenidos docentes o nuestro aprendizaje de la historia.
Fotograma de Moscú no cree en las lágrimas (V. Menshov, 1979) |
El otro filme que se muestra como
recurso didáctico para el aprendizaje de la Historia Contemporánea es Moscú
no cree en las lágrimas, de Vladimir Menshov (1979), que ganó el Óscar
a la mejor película extranjera al año siguiente. La obra ofrece una buena panorámica de la situación de una parte de la
sociedad soviética entre los años cincuenta y setenta del pasado siglo. De esta
forma, puede convertirse en un medio valioso para el acercamiento de los
alumnos -especialmente los de nivel universitario- a algunas de las
problemáticas fundamentales que concernían a dicho modelo social y, por tanto,
que pudieron coadyuvar a su disolución o desaparición en los años noventa. Por
otra parte, el hecho de que sea una película soviética, y no occidental
realizada para pretender mostrar desde
fuera (y las más de las veces con motivaciones propagandísticas) la
realidad de la URSS, le confiere un valor adicional. En efecto, su director es
un cineasta soviético; y no es considerado un «disidente». Sin embargo, es
indudable que su obra más conocida constituye una mirada crítica -y podríamos
añadir que también una advertencia muy seria- hacia hechos y procesos que
estaban teniendo lugar en su país, y que el autor muestra implícitamente como
corruptores de sus valores y su realidad social.
Por
su parte, Juan Escribano vuelve a demostrar las enormes posibilidades
que el cine posee en el ámbito de la enseñanza reglada del Derecho del trabajo.
En esta ocasión, aborda el estudio de la película Fast Food Nation del
reconocido autor norteamericano Richard Linklater. Esta película es, sin duda,
una de las representaciones más descarnadas de la situación actual de una
importante proporción de la clase trabajadora en los EE.UU. Esta se ve obligada
a vender su fuerza de trabajo en cada vez peores condiciones. Así, cuestiones
como los accidentes de trabajo, el acoso sexual en el trabajo o la explotación
de las personas extranjeras, son reflejadas de manera muy útil de cara a que
los alumnos de los Grados de Derecho y RR.LL. se aproximen al estudio del
Derecho desde el conocimiento de las reales condiciones de trabajo y vida de
los destinatarios de las normas que han de manejar en el plano teórico.
Desde el punto de vista de la
Didáctica de las Ciencias Sociales, Raquel
Gil presenta el análisis de la película El Club de los Emperadores (2002).
Cine, pedagogía y formación del docente son cuestiones íntimamente
relacionadas. La didáctica en general, y más aún la de las Ciencias Sociales,
constituye un campo especialmente fértil para utilizar el cine como recurso
didáctico, y habida cuenta de que el cine es una herramienta imprescindible
para los alumnos de Secundaria, asumimos que debe estar presente en la
formación de los futuros profesores. El trabajo con películas que tratan sobre
educación, afianzará en los alumnos que están formándose como profesores, sus
nuevos conocimientos sobre didáctica utilizando un campo que a casi todos ellos
les resulta atractivo y familiar. En esta propuesta se hace referencia a temas
tales como el concepto de historia y su confrontación con la historia enseñada
en el aula, metodología y recursos didácticos, estilos docentes, problemáticas
vinculadas a la figura del profesor, ética del educador y transmisión de
valores a través de disciplinas relacionadas con el campo de las Ciencias
Sociales.
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