Escribe Ingmar Bergman en uno de los diálogos de la película Sueños, de 1955, una reflexión en torno a la perfección que hemos querido rescatar aquí porque nos parece sin duda certera, además de dotada en sí misma de hermosura. A propósito de un collar de perlas, dice el personaje en cuestión:
3 comentarios:
¡Eso es! Eso es...armonía...
Perfección...
claro que sí.
No cabe duda...
Cada nota es un punto de luz en el universo y esa es la gran elegancia. humildad y belleza.
Entre esos todos formamos el bello todo.
La necesidad de los unos entrelazados armonizan los continentes des espacio y la tierra.
Un abrazo.
Esa perfección de la que habláis del ser humano con el Todo es la que hemos querido expresar, precisamente, en el símbolo que hemos tomado como insignia, pero es también muy bien apreciable en lo que se refiere a la que se produce exclusivamente entre los seres humanos entre sí: en la danza que pintó Matisse (de la que hemos tomado la del símbolo, como habréis apreciado) cada uno toma una postura diferente, espontánea y propia, y gracias a cada una de ellas toma fuerza el conjunto; y al contrario: ninguna de ellas tiene sentido en sí misma sin el resto, tanto en conjunto como en la singularidad propia de cada una de las figuras, que no es casualidad, justamente por ello, que se entrelacen. Al igual que en la hermosa metáfora del collar de Bergman....
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