Luigino Bruni, profesor de Economía Política en la Universidad de Milán y uno de los teóricos de la llamada «Economía de Comunión», expone en uno de sus libros, que citamos aquí, una reflexión que aporta, a nuestro parecer, una de las claves en que deberá basarse una sociedad que aspire a ser realmente libre. Esto es, una sociedad donde podamos realizar las cosas por sí mismas, y no por otras externas a ellas, normalmente en forma de compensaciones. De ahí la importancia de la vocación y de la eliminación del lucro como base de todo el funcionamiento social. He aquí la cita:
«La fuerza de muchas experiencias de economía social radica en el valor que dan a la gratuidad. Al nacer por “vocación”, llevan el sabor específico de la gratuidad. Tal vez solamente lo que nace de una vocación interior pueda ser verdaderamente gratuito por ser verdaderamente libre. Efectivamente, sólo sonde habita la libertad hay gratuidad, y sólo la gratuidad es verdaderamente libre.»
Luigino Bruni, El precio de la gratuidad, Ciudad Nueva, 2008, p. 60.
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