Traemos a colación aquí algunas citas que pueden ilustrarnos acerca de los “gloriosos” fundamentos ideológicos del capitalismo, cuyos descarnados planteamientos siguen hoy plenamente vigentes. Citémoslos literalmente. No tienen desperdicio:
«Quienes propugnaban la abdicación de la servidumbre, aduciendo argumentos de tipo humanitarista, quedábanse dialécticamente desarmados cuando se les probaba que, en muchos casos, la institución favorecía e interesaba también a los pobres esclavizados. Lógica era la perplejidad puesto que un solo razonamiento válido hay contra la esclavitud, desarbolando toda otra dialéctica, a saber, que el trabajo del hombre libre es incomparablemente más productivo que el del esclavo.» Ludwig von Mises, Liberalismo, Planeta-Agostini, Barcelona, 1994, p. 39. (Los subrayados son nuestros). Von Mises nace en 1881 ¡y muere en 1973!
«El liberal se rebela contra esas monsergas. Reclama la libertad para todos los seres humanos por motivaciones de otra índole. Al postular aquélla, no invoca, desde luego, ni a Dios ni a la Naturaleza […] siendo así que lo que estamos discutiendo son problemas puramente técnicos; y, en segundo lugar, porque lo único que afirma y aprueba es que el trabajo libre es más productivo que el servil […] por hallarse convencido de que tales ordenamientos sociales reducen el bienestar de la colectividad entera, incluido el de aquellos “amos” supuestamente tan gratificados.» Ludwig von Mises, Liberalismo… cit., p. 41. (Los subrayados son nuestros).
«Carece de interés para un ideario como el liberal, basado en fundamentos estrictamente científicos, el inquirir si el capitalismo es bueno o malo […]. Porque el liberalismo se ampara en las ciencias puras de la economía y la sociología, que ni pueden practicar juicios de valor, ni menos aún practicar dogmáticamente qué debiera ser y qué no debiera ser, qué sea el bien y qué sea el mal.» Ludwig von Mises, Liberalismo… cit., p. 115. (Los subrayados son nuestros).
«Podemos definir el trabajo como el esfuerzo de la mente o del cuerpo soportado parcial o totalmente con un fin distinto del propio placer derivado directamente del trabajo. Y si tuviéramos que empezar de nuevo, lo mejor sería considerar todo el trabajo como productivo». Alfred Marshall, Principios de economía. (Citado en Barber, W. J., Historia del pensamiento económico, Alianza, 1974, p. 164).
Y, en contraste, esta cita de Hegel, anterior al “progreso” capitalista, y cuyo planteamiento, tan legítimo y plenamente humano, se encuentra hoy en el más clamoroso de los olvidos:
«Este es el infinito derecho del sujeto: que se encuentre satisfecho de sí mismo en una actividad y trabajo» (Citado por Karl Jaspers, Origen y meta de la Historia, Altaya, Barcelona, 1994, p. 153. El subrayado es nuestro).
Imagen: Ludwin von Mises (tomada de http://www.elrevolucionario.org/).
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